Sin duda, la extracción de petróleo es una actividad lucrativa en todo el mundo. Si bien es cierto que varios países de América del Sur han estado extrayendo petróleo desde la década de 1980, es en la última década que el boom del petróleo realmente tomó cuerpo. En muchos países la renta, los impuestos y las regalías se han aplicado para mejorar las escuelas, aumentar el acceso a los programas públicos, reducir la pobreza, y estabilizar a la clase media. Con las rápidas e impresionantes mejoras en la extracción de petróleo y gas, se está reevaluando la exploración.
No siempre se trata de encontrar nuevos campos de petróleo.
La estrategia solía ser: mientras más campos de petróleo haya, tanto mejor. Sin embargo, los avances en la extracción sin perforación han hecho que las compañías extractoras vuelvan la mirada a sus pozos existentes para ver si todavía tienen más que ofrecer. Esto es emocionante porque uno de los mayores desafíos en la extracción consiste en encontrar yacimientos donde la perforación sea fácil y segura, sin perturbar a las comunidades locales, la fauna, o las reservas naturales aledañas.
Más expropiaciones y renegociación de contratos.
La extracción de petróleo podrá ser rentable, pero es una prioridad que frecuentemente crea desarraigo y perturba a las comunidades y a la fauna. Por estas y muchas otras razones, los países a veces expropian la tierra en la cual permiten que las compañías extranjeras paguen una renta y extraigan. Esto no se hace de manera descuidada o al azar, ya que genera rentas con las que muchos están contando, y cada país y región tienen sus propios lineamientos.
Si no se realiza la expropiación, entonces se renegocia. Esto involucra al estado o a la compañía extractora en la renegociación de los términos. Esto es normal, pero lo es más aún con las tecnologías de extracción sin perforar. Estos dos factores hacen que las compañías busquen otras opciones, incluso en América del Sur.
Las rentas están al alza.
La extracción es muy variable. Puede variar entre 2 o 3 millones de galones por día un año, y caer 20% o más el siguiente. Cuando las utilidades en impuestos y regalías caen, es probable que la renta aumente. Una vez más, la negociación es una constante en el mundo del petróleo. Con muchos contratos de rentas por vencerse, se espera un fuerte incremento en la renta, y las compañías extractoras evaluarán los pros y los contras de extraer en lugares más baratos.
Los gobiernos quieren más utilidades.
Con seguridad, el gobierno local mantiene la mirada en la tendencia del mercado. Con la combinación de precios altos, contratos regresivos, fuertes inversiones de riesgo y algunos cambios mayores en los líderes políticos del mundo, los gobiernos están pidiendo una mayor porción de las utilidades. Esto es parte de lo que hace que el inversionista petrolero y los precios al consumidor sufran constantes cambios. Los países o regiones que se tornan muy agresivos deben estar preparados para que las compañías exploren otras opciones, tanto en el país como en lugares cercanos.
La extracción marina y terrestre continúan expandiéndose en América del Sur, ya que es uno de los principales lugares en el mundo para perforar y extraer. Brasil, Colombia y Venezuela continúan siendo algunos de los principales productores de América del Sur.