El Perú tiene algunas minas impresionantes, incluyendo cobre, plata, estaño, oro y zinc. Las minas peruanas de zinc proporcionan al mundo un suministro regular del cuarto metal más usado después del hierro, aluminio y cobre. Los precios del zinc lograron un insólito 51% de aumento en el 2016, y continúan altos hasta ahora en el 2017. Puede ser agradable esperar que estos números sigan al alza, pero no es probable que el valor de la industria minera continúe subiendo.
Hubo una razón para el repunte en el precio.
El impresionante repunte en el precio del 2016 y 2017 fue simplemente debido a que la demanda superó a la oferta. A nivel global, hubo varios bloqueos en las carreteras a las minas de zinc, incluyendo al Perú que suministra el 7% del zinc mundial. Esto hizo del zinc un producto codiciado, lo que se reflejó en un aumento en el precio. Las proyecciones a largo plazo indican que el precio actual del zinc de $ 2,724 por tonelada métrica caerá a $ 2,264 en el 2020 – algunas proyecciones lo reducen hasta $ 1,900. A pesar de ser rentable, la caída es significativa.
El déficit de la oferta hace que los fabricantes de metales busquen otras opciones.
Cuando un recurso natural o metal precioso se convierte en una mercancía, los fabricantes comenzarán a explorar sus opciones. Por ejemplo, ha habido algunos progresos significativos en el aluminio en los últimos años. En vista de que el aluminio es fácil de recicler, de extraer, y es abundante, los científicos y los fabricantes de productos están encontrando formas de que el alumino reemplace al zinc, al hierro y al cobre. Habiendo mencionado esto, el zinc continúa siendo el metal a elegir para galvanizar la mayoría de los metales como un recubrimiento contra el óxido y la corrosión. Esto significa que aun cuando otro metal sea empleado, siempre se requerirá el zinc. Sin mencionar a aquellos que simplemente no reducirán su deseo o demanda de zinc.
El factor global.
El Perú abrió sus minas a la inversión extranjera a mediados de la década del 2000. Cuando un país abre el comercio de sus recursos a un mercado extranjero, debe evaluar los pros y los contras. Si bien es cierto que es beneficioso tener innovación en la minería, inversiones mineras adicionales, y el interés global, ello llega a un costo variable.
Cuando cae el mercado, también lo hacen los impuestos y las acciones.
Asimismo, las compañias mineras extranjeras más impetuosas renegociarán. La industria minera peruana puede esperar un ingreso sostenido del zinc, sin embargo los presupuestos y proyecciones son imposibles de realizarse con exactitud. En otras palabras, las ganacias a largo plazo serían menores si el Perú no se hubiera abierto a la inversión extranjera, pero cuando ocurre una caída en el valor, la diferencia se hace más significativa.
Incluso si el valor del zinc continúa cayendo, e inclusive si algunos inversionistas o compañías mineras se mudan, la industria minera peruana continuará fuerte. Con más del 7% de la producción mundial, y muchos otros metales codiciados para extraer, el Perú puede contar con la minería como una fuente de ganancias a largo plazo, aunque fluctuante.